miércoles, 20 de marzo de 2013

Mi confrontación con la docencia.


Mi confrontación con la docencia.

Si bien como menciona el Mtro. José M. Esteve, en su escrito, no siempre elegimos la docencia como primera opción, sino que algunas veces por asares del destino nos vemos obligados a ingresar a una institución, generalmente sin tener idea de lo que vamos a hacer, es decir, sin saber cómo vamos a lograr que los alumnos aprendan o como tratar de motivarlos y hacernos respetar. Sobre todo con los docentes novatos que menciona el Mtro. Esteve, que muchas veces no tienen las habilidades o las facilidades para la docencia.

Muchas veces el ensayo y error es lo que nos va puliendo. Muchas veces, si damos la misma materia a dos o tres salones diferentes, lamentablemente el primer salón con el que tengamos clase vamos usando como practica, de ahí en adelante vamos mejorando nuestras aéreas débiles, tratando de mejorar. Suena como que no se planeo la clase, pero cuando recién ingrese a laborar como docente me dieron una materia de formación básica, “autogestión del aprendizaje”, la cual no tenía idea de que se trataba, para mí era completamente nueva la materia, pero no podía decir que no, ya que como todos sabemos en un poco difícil ingresar a laborar como docentes. Resumiendo, al ir revisando los temarios, vi que no tenía nada relacionado con mi formación profesional. Fu pidiendo ayuda con los docentes que ya habían impartido esta materia en semestres anteriores y prácticamente fui aprendiendo dicha materia a la par de los alumnos. Por eso mencioné que si algo fallaba o faltaba con el primer grupo, con el segundo lo compensaba.

Es complicado muchas veces poder transmitir un conocimiento, debido a que como docentes estamos “acostumbrados” a tratar con adultos. Por ejemplo, para los que son padres o tienen algún familiar menor que está realizando sus tareas, muchas veces nos acercamos con el afán de ayudarlo y casi siempre terminamos confundiéndolos porque no tenemos la habilidad de poder comunicarnos a su mismo nivel. Por eso antes de enseñar o planear una clase, pienso que debemos recordar cómo eran las nuestras, recordar que es lo que hacia el profesor para dar la clase, recordar que antes de ser profesores también fuimos estudiantes y también tuvimos los mismos problemas con algunos conceptos. Como menciona el Mtro. Esteve, hablar o enseñar al mismo nivel en que los alumnos están, hablar su mismo “idioma”.

Para mí el ser docente, es un orgullo, ya que muchas veces nuestros conocimientos compartidos, generalmente dejan una experiencia significativa el cada uno de nuestros alumnos. Dejando una parte de nosotros mismos dentro de cada alumno. Y aun mas orgullo se siente cuando los egresados aun acuden a ti para solicitarte ayuda con alguna tarea o duda que les surja.

Saludos cordiales.

J. Raúl Ancona Cetina

2 comentarios:

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  2. Un saludo afectuoso Raúl:
    Yo estoy experimentando lo que comentas, aún teniendo tanta experiencia en la planeación, en el trabajo colaborativo con mis compañeros; en el presente semestre observé que cuando realizamos la planeación con mucho empeño y dedicación, pusimos varias estrategias con sus actividades, que en un inicio nos parecieron buenas y necesarias; no obstante en la práctica con los grupos ha sido muy difícil que trabajen los chicos con todas de manera efectiva, tampoco hemos podido revisar a conciencia y mucho menos evaluarlas de manera adecuada como para emitir ponderaciones.
    Ya ves, siempre estamos aprendiendo y esos errores nos van formando y haciendo mejores.

    Adriana.

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